En Yátor, de origen bereber, se asentó el grupo tribal AYT. YETTUREY. El asentamiento de este grupo campesino bereber fue decidido de manera autónoma por sus individuos, sin la participación del Estado Andalusí. Dicho grupo campesino asentado en Yátor organizó un espacio de cultivo con una extensión de 27,66 Ha. y un espacio de residencia entre 1,5-3 Ha. [Navarro Romero, C.: Los asentamientos campesinos y los espacios irrigados de Yátor (Granada), Letur y Lietor ( Albacete): Un ejemplo de segmentación tribal en Al-Andalus. Universidad Autónoma (Tesis Doctoral), Barcelona 1997]
A mediados del siglo XIX, el geógrafo Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico-Estadístico, escribe: Yátor, “está situado al pie de los cerros Cerradura y Montenegro, y la ribera del río Yátor. El clima es benigno, reina por lo general el viento de oeste, padeciéndose únicamente algunas disenterías y calentura catarrales, si bien se pasan grandes temporadas sin que haya un enfermo. La población dividida en tres barrios, tiene 110 casas, incluso la del Ayuntamiento y cárcel que son bastante mezquinas. Los vecinos se surten del agua que produce un corte subterráneo hecho en la rambla del rio a la entrada del camino de Mecina Buen-Barón, la cual viene en cañada una corta distancia hasta la inmediación de las casas y sitio que llaman el Caz”
Yátor, antes conocido como “Zátor”, fue un municipio hasta que, en 1972, se fusionó a Cádiar. El escritor Pedro Antonio de Alarcón menciona en su obra La Alpujarra (1873) se refiere a este pueblo: “No habíamos subido el primer escalón de la cordillera cuando nos encontramos a otro alegre y pintoresco pueblecillo, todavía perteneciente al valle más que a la montaña. Era Yátor lugar de 717 almas, situado a orillas de su impetuoso rio; Yátor cantado por Zorrilla en su Poema de Granada; Yátor muy digno ciertamente de gloriosa mención”. También, es citado varias veces por el hispanista Gerald Brenan en su libro “Al Sur de Granada” (1957), el escritor inglés comenta que era una aldea minera en la que sus hombres pasaban once meses en Linares, mientras sus mujeres permanecían allí para cultivar la tierra. Por este motivo dice que el cura párroco de Yátor era el más feliz de la Alpujarra, por el número de mujeres que tenía para el solo.
A continuación algunos lugares de interés:
Iglesia de San Sebastián
La parroquia de la Encarnación, que a mediados del siglo XIX estaba la advocación de la Concepción fue construida en la década de 1560 en estilo mudéjar. Trabajaron en ella Diego López, albañil; Cristóbal de Ayllón, carpintero y Pedro Bonilla, cantero. Se gastó en su construcción unos 4.000 ducados.3 Tiene una sola nave rectangular con muros de mampostería y ladrillo. Es interesante destacar, desde el punto de vista artístico, las portadas principal y lateral, que dibujan en ladrillo formas de alfices siguiendo modelos góticos que cuelgan de su entablamento. La torre es de planta cuadrangular, construida en la década de 1560, consta de un cuerpo de campanas en vanos simples y dobles alternos con albanegas decoradas de azulejos sevillanos que rematada con azulejos del tipo que se encuentra en las parroquias de Santa Ana y San Idelfonso en Granada. La torre se corona con mensulones de ladrillo doblado, que da la sensación de agrandar el tejado.
[Gómez-Moreno Calera, J.M.: La arquitectura religioso-granadina en la crisis de Renacimiento (1560-1650), Diócesis de Granada y Guadix-Baza. Universidad de Granada. Diputación Provincial de Granada, 1989]
Ermita de San Sebastián
En el año 1805 el cura de Yátor certificó que en su feligresía había una ermita bajo la advocación de San Sebastián. La misma que citó Madoz, situándola a la salida del pueblo para Yegen, la ermita fue construida en la edad moderna, como dato significativo dispone de planta de cruz griega (la mayoría tienen planta de cruz latina) tiene muro de ladrillo y mampostería; la cubierta se resuelve con bóveda vaída en el crucero y bóveda de medio cañón en los brazos. La portada, con arco de medio punto, flanqueada por pilastras dóricas y entablamento encima. La ermita está cubierta de tejas a tres y cuatro vertientes.
Acueducto
Integrado en el paisaje urbano de Yátor. Este arco o acueducto se construyó con el fin de conducir el agua de Caz para hacer mover el molino y la almazara de Juan “El Mosca”, cerca de la Plaza de la Iglesia. Según la tradición popular se trata de un arco romano.
Almazara de Yátor
Se trata de un fábrica de aceite cuyo sistema consta de unos conos de piedra de un tamaño considerable que, aprovechando su peso y forma, muelen las cosechas de aceituna de las cuales se extrae el aceite.
Tinao de Yátor
El “Tinao”, es un elemento peculiar en el contexto de la arquitectura alpujarreña, es un lugar de transición entre el espacio público y el privado que se configura como un sitio importante de relaciones sociales. También es un lugar que utilizan los campesinos para su trabajo cotidiano (cargar y descargar a las bestias, majar esparto o hacer tomiza). Éste, en particular, recubre totalmente la calle y prolonga el piso de la habitación hasta la fachada principal.
Escudo nobiliario de los Bueso
Escudo de armas de los Bueso, hasta los años setenta del siglo XX, colocada en la fachada del antiguo Ayuntamiento.
Durante los siglos XVII y XVIII vivieron en Yátor familiares descendientes del capitán Mateo Bueso, militar y oriundo de Málaga, que, tras la guerra de los moriscos, se establece en la Alpujarra, fijando su residencia en Bayárcal; más tarde se casa en Laroles y se queda a vivir en esa localidad. Sus descendientes, vinculados a las armas y de linaje noble, crean distintas ramas en Laroles,Ugíjar,Berja y Yátor. En Yátor, la sucesión de la rama principal se encuentra en el capitán Mateo Bueno Almenara (bautizado en este pueblo, octubre de 1601) y en sus hijos, también militares, los capitanes Bernardo, Mateo, Baltasar y el alférez Antonio Bueso Almenara y Valdivia [Farua, Revista del Centro Virgitano Estudios Históricos, nº 14, año 2011, pp.219-230].
Según el Vecindario de Ensenada, 1759, el Partido de las Alpujarras contaba con 138 nobles. Dentro de esta cantidad no entraba ni el partido del Estado de Órgiva, ni el partido de Estado de Torvizcón. En Cádiar, según este documento había cuatro nobles; en Yátor 5 y en Narila 1.
[Vecindario de Ensenada, 1759. Volumen H, Colección Alcabada del Viento. Centro de gestión catastral y Cooperación Tributaria. Tabapress, Madrid, 1991]
Río Yator
Río de tamaño reducido que transcurre por el pueblo de Yátor paralelamente a la Iglesia de San Sebastián.
Pico del Bernal
El pico del Bernal o Chimenea de Hadas es un paisaje de erosión sobre rocas sedimentarias detríticas (conglomerados y areniscas). El referido paisaje está originado por la erosión diferencial al abrigo de una roca más consistente que en el pasado cubría la zona superior. Estas formaciones son relativamente habituales en la Alpujarra, sobre todo en el Corredor de Ugíjar o Depresión intramontañosa.
Antigua chimenea minera en el Pago de la Cerradura
Desde mediados del siglo XIX tenemos documentación de la existencia de minas de cinabrio en Yátor. A finales del siglo XIX, hubo cierta actividad minera y se construyeron instalaciones y galerías con sus respectivas chimeneas. Esta actividad minera, con intervención de capital francés, sigue funcionando hasta los primeros años del siglo XX. El mineral se transportaba en bestias por el camino de Berja hasta el puerto de Adra.
CONOCE TU PUEBLO: YATOR
Francisco García Valdearenas.
En Yátor, de origen bereber, se asentó el grupo tribal AYT. YETTUREY. El asentamiento de este grupo campesino bereber fue decidido de manera autónoma por sus individuos, sin la participación del Estado Andalusí. Dicho grupo campesino asentado en Yátor organizó un espacio de cultivo con una extensión de 27,66 Ha. y un espacio de residencia entre 1,5-3 Ha. [Navarro Romero, C.: Los asentamientos campesinos y los espacios irrigados de Yátor (Granada), Letur y Lietor ( Albacete): Un ejemplo de segmentación tribal en Al-Andalus. Universidad Autónoma (Tesis Doctoral), Barcelona, 1997]
A mediados del siglo XIX, el geógrafo Pascual Madoz, en su Diccionario Geográfico-Estadístico, escribe: Yátor, “está situado al pie de los cerros Cerradura y Montenegro, y la ribera del río Yátor. El clima es benigno, reina por lo general el viento de oeste, padeciéndose únicamente algunas disenterías y calentura catarrales, si bien se pasan grandes temporadas sin que haya un enfermo. La población dividida en tres barrios, tiene 110 casas, incluso la del Ayuntamiento y cárcel que son bastante mezquinas. Los vecinos se surten del agua que produce un corte subterráneo hecho en la rambla del rio a la entrada del camino de Mecina Buen-Barón, la cual viene en cañada una corta distancia hasta la inmediación de las casas y sitio que llaman el Caz”
Yátor, antes conocido como “Zátor”, fue un municipio hasta que, en 1972, se fusionó a Cádiar. El escritor Pedro Antonio de Alarcón menciona en su obra La Alpujarra (1873), a este pueblo: “No habíamos subido el primer escalón de la cordillera cuando nos encontramos a otro alegre y pintoresco pueblecillo, todavía perteneciente al valle más que a la montaña. Era Yátor lugar de 717 almas, situado a orillas de su impetuoso rio; Yátor cantado por Zorrilla en su Poema de Granada; Yátor muy digno ciertamente de gloriosa mención”. También, es citado varias veces por el hispanista Gerald Brenan en su libro “Al Sur de Granada” (1957); el escritor inglés comenta: “Era una aldea minera en la que sus hombres pasaban once meses en Linares, mientras sus mujeres permanecían allí para cultivar la tierra”. Por este motivo, señala que el cura párroco de Yátor era el más feliz de la Alpujarra, por el número de mujeres que tenía para el solo.
IGLESIA PARROQUIAL.
La parroquia de la Encarnación, a mediados del siglo XIX estaba la advocación de la Concepción, fue construida en la década de 1560 en estilo mudéjar. Trabajaron en ella Diego López, albañil; Cristóbal de Ayllón, carpintero y Pedro Bonilla, cantero. Se gastó en su construcción unos 4.000 ducados.3 Tiene una sola nave rectangular con muros de mampostería y ladrillo. Es interesante destacar, desde el punto de vista artístico, las portadas principal y lateral, que dibujan en ladrillo formas de alfices siguiendo modelos góticos que cuelgan de su entablamento. La torre es de planta cuadrangular, construida en la década de 1560, consta de un cuerpo de campanas en vanos simples y dobles alternos con albanegas decoradas de azulejos sevillanos que rematada con azulejos del tipo que se encuentra en las parroquias de Santa Ana y San Idelfonso en Granada. La torre se corona con mensulones de ladrillo doblado, que da la sensación de agrandar el tejado. [Gómez-Moreno Calera, J.M.: La arquitectura religioso-granadina en la crisis de Renacimiento (1560-1650), Diócesis de Granada y Guadix-Baza. Universidad de Granada. Diputación Provincial de Granada, 1989]
“TINAO” QUE COMUNICA LA PLAZA DE LA IGLESIA CON LA CALLE SAN JOSÉ.
El “Tinao”, es un elemento peculiar en el contexto de la arquitectura alpujarreña, es un lugar de transición entre el espacio público y el privado que se configura como un sitio importante de relaciones sociales. También es un lugar que utilizan los campesinos para su trabajo cotidiano (cargar y descargar a las bestias, majar esparto o hacer tomiza). Éste, en particular, recubre totalmente la calle y prolonga el piso de la habitación hasta la fachada principal.
Escudo de armas de los Bueso, hasta los años setenta del siglo XX, colocada en la fachada del antiguo Ayuntamiento.
Durante los siglos XVII y XVIII vivieron en Yátor familiares descendientes del capitán Mateo Bueso, militar y oriundo de Málaga, que, tras la guerra de los moriscos, se establece en la Alpujarra, fijando su residencia en Bayárcal; más tarde se casa en Laroles y se queda a vivir en esa localidad. Sus descendientes, vinculados a las armas y de linaje noble, crean distintas ramas en Laroles,Ugíjar,Berja y Yátor. En Yátor, la sucesión de la rama principal se encuentra en el capitán Mateo Bueso Almenara (bautizado en este pueblo, octubre de 1601) y en sus hijos, también militares, los capitanes Bernardo, Mateo, Baltasar y el alférez Antonio Bueso Almenara y Valdivia [Farua, Revista del Centro Virgitano Estudios Históricos, nº 14, año 2011, pp.219-230].
Según el Vecindario de Ensenada, 1759, el Partido de las Alpujarras contaba con 138 nobles. Dentro de esta cantidad no entraba ni el partido del Estado de Órgiva, ni el partido de Estado de Torvizcón. En Cádiar, según este documento había cuatro nobles; en Yátor, 5 y en Narila, 1. [Vecindario de Ensenada, 1759. Volumen H, Colección Alcabada del Viento. Centro de gestión catastral y Cooperación Tributaria. Tabapress, Madrid, 1991]
PINTORESCO ARCO DE MEDIO PUNTO.
Integrado en el paisaje urbano de Yátor. Este arco o acueducto se construyó con el fin de conducir el agua del Caz para hacer mover el molino y la almazara de Juan “El Mosca”, cerca de la Plaza de la Iglesia. Según la tradición o creencia popular, se trata de un arco romano.
ERMITA DE SAN SEBASTIÁN.
En el año 1805, el cura de Yátor certificó que en su feligresía había una ermita bajo la advocación de San Sebastián. La misma que citó Madoz, situándola a la salida del pueblo para Yegen, la ermita fue construida en la edad moderna, como dato significativo dispone de planta de cruz griega (la mayoría tienen planta de cruz latina) tiene muro de ladrillo y mampostería; la cubierta se resuelve con bóveda vaída en el crucero y bóveda de medio cañón en los brazos. La portada, con arco de medio punto, flanqueada por pilastras dóricas y entablamento encima. La ermita está cubierta de tejas a tres y cuatro vertientes.
EL PICO DEL BERNAL.
El pico del Bernal o Chimenea de Hadas es un paisaje de erosión sobre rocas sedimentarias detríticas (conglomerados y areniscas). El referido paisaje está originado por la erosión diferencial al abrigo de una roca más consistente que en el pasado cubría la zona superior. Estas formaciones son relativamente habituales en la Alpujarra, sobre todo en el Corredor de Ugíjar o Depresión intramontañosa.
ANTIGUA CHIMENEA MINERA EN EL PAGO DE LA CERRADURA.
Desde mediados del siglo XIX tenemos documentación de la existencia de minas de cinabrio en Yátor. A finales del siglo XIX, hubo cierta actividad minera y se construyeron instalaciones y galerías con sus respectivas chimeneas. Esta actividad minera, con intervención de capital francés, sigue funcionando hasta los primeros años del siglo XX. El mineral se transportaba en bestias por el camino de Berja hasta el puerto de Adra.
NB. Para conocer más detalles, incluidas fotos antiguas, en el libro Cádiar, memoria en blanco y negro. Vols. I y II.